Carro tirado por elefantes

El Camino de Aníbal

Jaén - Roma

18 de Julio / 7 de Agosto de 2003

 

El verano de 2002 emprendí la aventura de seguir los pasos del famoso general hispano-cartaginés que con sus elefantes atravesó Pirineos y Alpes para atacar Roma. Expedición de Aníbal a Roma Salí de Jaén en solitario, confiando en repetir la experiencia maravillosa del Camino de la Plata que finalicé el verano anterior. Monté sobre la bicicleta de montaña unas alforjas repletas, llevando además de saco y esterilla una minúscula tienda de campaña. El exceso de confianza y la nula planificación del viaje sólo podían desembocar en un fracaso estrepitoso, que por fortuna el mal tiempo se encargó de precipitar. El sexto día de viaje, al poco de rebasar Sagunto, me rendí a la imposibilidad de alcanzar mi objetivo y tuve que coger el autobús de vuelta a casa. Desde ese mismo punto, hace más de 2.000 años, el ejército del Bárcida regresó a las tierras de Cástulo para invernar después de arrasar la ciudad levantina y dar comienzo a la segunda guerra púnica.

Vista panorámica de Sagunto desde la recuperada Vía Augusta

¿Era acaso un imposible mi sueño? ¿Quedaba fuera de mi alcance la codiciada meta? La dureza del desenlace me obligó a reflexionar sobre alguno de los fallos que cometí, debido principalmente a intentar utilizar el mismo esquema que seguí en mi experiencia jacobea.